Para un viejo pastor kurdo, sólo era otro día más de calor en el que acompañaba a su rebaño en busca de pastos por las llanuras del este de Turquía. Algunas de sus cabras y ovejas fueron junto a la única morera del lugar, que los lugareños consideran “sagradas”. En ese momento él vio algo, se acercó y limpió el polvo que se encontraba encima de una gran piedra oblonga.
El hombre miró a izquierda y derecha y encontró similares piedra rectángulos, sobresaliendo de las arenas. Llamó a su perro y regresó a su aldea decidido a informar a alguien de su descubrimiento…Tal vez las piedras eran importantes.
Y vaya si lo era, este viejo pastor kurdo, en aquel día de verano en 1994, había hecho el mayor descubrimiento arqueológico en los últimos 50 años. Aunque para algunos es el mayor descubrimiento arqueológico de todos los tiempos: un sitio que ha revolucionado nuestra forma de ver la historia de la humanidad, el origen de la religión y quizás incluso la verdad detrás del Jardín del Edén.
El descubrimiento de estas piedras se relaciona con el Jardín del Eden ya que según la Biblia este se encontraría situado Al este de Asiria (la actual Turquía) entre 4 ríos entre los que se incluyen el Tigris y el Eufrates. Y Gobekli, la zona del descubrimiento de estas rocas está entre dichos rios. Además en algunos antiguos textos Asirios se menciona el ‘Beth Eden‘, la casa del Eden, un reino menor a 50 millas de Gobekli.
Estemos o no ante un descubrimiento que redefina las religiones, es sin duda un gran descubrimiento arqueológico.
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