Si quieres tener un proyecto de internet más o menos serio y cuidado tarde o temprano tendrás que buscar un alojamiento de pago. Y si lo haces, tarde o temprano llegarán los problemas. Si me dices que nunca los has tenido pues ojalá siga tu racha de suerte, pero lo normal es que se presenten y nosotros hemos pasado por muchos así que aquí va este post para evitar que gente sin conocimientos informáticos meta la pata donde la metimos nosotros.
Créeme, aunque tenga algunos términos que ahora no entenderás de por medio y sea algo largo, éste es el post que me hubiera gustado leer hace cinco años cuando quise hacer mi primera página web en serio.
Mamá me voy de casa
Una historia que he visto frecuentemente es la de alguien que se hace una web, blog o foro en un sitio gratuito (como Blogger, Wordpress, etc…) y que poco a poco va creciendo en visitas hasta llegar un punto en el que el autor quiere más de lo que le da ese alojamiento. Las principales limitaciones de este tipo de alojamientos son algunas de estas:
- Incorporan publicidad a tu página
- Muy limitada personalización del diseño y la plantilla
- Muy limitado acceso a los archivos que conforman tu sitio web
- Cierre de tu página en caso de exceso de visitas
Así que como andas por las 1000 visitas pues dices “me gustaría poner publicidad y sacarme unas pelillas y además cambiar el tema por uno más chulo que he visto en tal sitio” o dicho de otro modo quieres independizarte y tener tu propio espacio. Así que te pones a mirar sitios de pago, todos con ofertas superchulas, que te ofrecen cientos de cuentas de correo y otros datos que no tienes ni pajolera idea de para qué sirven.
Es el maravillos mundo de los “hosting” en el que vamos a adentrarnos y cuya gama de ofertas al día de hoy se reduce prácticamente a tres: alojamiento compartido, servidor privado virtual (VPS) y servidores dedicados.
Compartiendo piso
A partir de aquí vamos a diferenciar lo que es el control de los archivos que conforman tu sitio web y el control del ordenador donde está alojado. En el alojamiento compartido sólo entra el primer control mientras que como veremos en el VPS y el servidor dedicado se suma el segundo.
Un alojamiento compartido aparte de ser la opción más económica es la más fácil para dar el salto ya que te olvidas por completo del control del ordenador. Tu web estará en un ordenador compartido con otras 500 páginas (por poner un número) pero tendrás tu espacio, tu cuenta de correo, tu dominio (pepito.es que normalmente contratarás con el alojamiento) y algunas cosas más dependiendo del sitio. Unos te ofrecen un ordenador más potente, otros más espacio en disco, hay de todo.
¿Qué es lo más importante que hay que mirar?
Depende de lo que quieras hacer. Y esto que parece una obviedad no lo es tanto: si quieres por ejemplo montarte un blog, entérate de que sistemas se usan para crear blogs y qué requisitos pide cada uno. Por ejemplo blogoff está desarrollado sobre Wordress que tiene estos requisitos. Llama al hosting antes de contratarlo y pregúntale si da soporte para lo que quieres hacer. Estamos suponiendo que no sabes desarrollo web y que por lo tanto usarás algún sistema hecho por otros que te ahorre ese trabajo (lo que se llama un CMS o gestor de contenidos). Si sabes hacer páginas web tú mismo sabrás qué necesitas pero siempre, siempre: infórmate antes de comprar.
Por ejemplo al usar un CMS requisitos fundamentales son que el servidor te ofrezca una o más bases de datos y soporte para PHP. Hace poco hubo cierta polémica porque por ejemplo los sitios web que ofrecía de forma gratuita el Plan Avanza en su mayoría no ofrecían soporte para bases de datos (soporte MySQL) y por tanto las posibilidades se reducían considerablemente. Nosotros como en un primer momento queríamos montar un foro basado en un CMS (llamado phpBB) pues nos contratamos un hosting.
De lo gratis, lo ilimitado y lo infinito
Y es que palabras como “gratis” e “ilimitado” deben encenderte todas las alarmas. Los chollos suelen llevar contrapartidas entre las que destacan: pésima atención al cliente, pequeñas limitaciones técnicas, caídas frecuentes de la web, etcétera y aquí va el primer ejemplo propio del post.
El primer alojamiento en el que estuvimos era uno extranjero con un precio espectacular (pleonasmo) y que ofrecía muchas de estas cosas “ilimitadas”. Una vez contratado y a pesar de que teníamos muy pocas visitas el sitio se caía a menudo (lo que era previsible) pero por ejemplo no nos permitía cambiar los permisos de escritura de los archivos (CHMOD) una cosa que aunque ahora te suente a chino, al instalar un CMS harás 20 veces al mes. Una contrapartida bastante seria.
La experiencia me dice que el principiante sólo tiene ojos para la línea “espacio disponible”. La realidad es que si vas a usar un CMS los archivos del mismo ocuparán muy poco y a no ser que vayas a montar un sitio donde los archivos “pesen” mucho (fotografías, documentos escaneados, vídeos o algo así) esto no debería preocuparte. En el caso de faqoff, en todos los alojamientos en los que hemos estado nos ha sobrado un montón de espacio.
Así que después de esta primera etapa en el hosting extranjero contratamos un alojamiento compartido en España que era algo más caro pero en el que se especificaban con todo detalle los límites del mismo (y esto como digo, es más realista).
Demasiados invitados a la cena
Una línea que lógicamente no te dirá nada si eres un principiante es la que pone “Ancho de banda al mes“. Pues ya en un alojamiento más o menos serio (que no te ponga ancho de banda ilimitado) verás una maravillosa cifra que si tus visitas crecen te traerá de cabeza. El ancho de banda limita la cantidad de datos que tu página web puede transferir al cabo del mes. Lógicamente cuantas más visitas, más tráfico de datos y más cerca del límite. Desgraciadamente no vas a poder saber cuántas visitas vas a tener al mes hasta que las tengas pero si que a la hora de cambiar un alojamiento por otro podrás hacer previsiones basadas en datos pasados.
Este límite en el ancho de banda suele ser un límite que pone la empresa de hosting más que un límite físico. Me explico: tu página probablemente pueda soportar mucho más allá de ese límite en un momento determinado pero lo que no puede pasar es que las 500 páginas que comparten casa contigo se pasen del límite porque eso si que tiraría abajo el servidor. Aquí va otro ejemplo propio.
El segundo alojamiento en el que estuvimos tenía un límite de 10 Gb mensuales y cada giga que te pasases de ahí te lo cobraba a “X” €. Llegamos a pasarnos hasta 100 gigas mensuales y no sólo la página funcionaba de lujo sino que nunca nos cobraron un duro. Eso sí, el mes que nos pasamos de 100 gigas ya nos mandaron un cariñoso mail diciéndonos que o pillábamos un hosting con más ancho de banda o nos cobraban lo que nos estábamos pasando (que podía ser 600 € al mes o algo así).
Ten en cuenta que aunque no tengas muchas visitas normalmente si un día te enlazan en una web importante puedes tener un porrón de visitas y reventar los límites del server como le pasó recientemente a nuestro colega Ponzonha.
Pues nada, a buscar una casa mejor, qué remedio.
VPS: Virtual Putada de Server
Como el alojamiento compartido en la compañía en la que estábamos era el mejor posible de los planes que ofrecían y además nos habían tratado bien decidimos subir un peldaño. Ese peldaño, si queríamos más ancho de banda podía ser hacia un servidor dedicado o hacia un servidor VPS, algo bastante moderno que anuncian a bombo y platillo en la mayoría de hosting. El VPS era considerablemente más barato (de hecho era poquísimo más que el compartido) así que hicimos el petate y para allá nos fuimos.
Para hablar del VPS, tema que originó este post voy a empezar por el final. Por la llamada de teléfono que me hizo la comercial de la compañía cuando le dije 6 meses después que nos pirábamos a otro sitio. Textualmente:
“La verdad es que yo no te hubiera recomendado ese producto. Los VPS están dando muchísimos problemas y si has sido capaz de pegarte con ellos una mejor solución es un dedicado”
Como yo me quedé en plan “me lo podíais haber dicho antes” pues os lo digo yo ahora.
Y ahora recupero la diferencia entre lo que es el control de los archivos y el control del ordenador donde está tu web. De la segunda parte nos habíamos olvidado hasta ahora pero en un VPS una de las “grandes ventajas” es que PUEDES tener acceso TOTAL a la parte del ordenador en la que está tu web.
En el compartido cosas que ni te paraste a mirar como la configuración de Apache o la optimización de MySQL eran comunes a las 500 páginas o por lo menos ajenas a tí. Ahora puedes tener tu propia configuración de Apache y acceder a aspectos mucho más técnicos. ¿Mola eh?. Ahora voy a reescribir la oración de más arriba haciendo honor a la realidad.
“… en un VPS una de las “grandes ventajas” es que DEBES tener acceso TOTAL a la parte del ordenador en la que está tu web”.
Es decir, el que configures Apache o aprendas a reiniciar el servidor no es una opción: DEBES aprender a hacerlo. Por dos motivos:
1) Cuando tengas el más mínimo fallo, como ellos simplemente te han puesto la configuración técnica por defecto van a pasar de ti como de la mierda. Supondrán que es culpa tuya, que has tocado algo donde no debías y si quieres que ellos lo arreglen el taxímetro corre: 50/60 € la hora de servicio técnico. En el alojamiento compartido esto no pasaba porque la parte técnica iba de su cuenta.
2) El punto uno no tendría mayor relevancia sino fuera porque la configuración de un VPS por defecto es VERGONZOSA. Y he visto cómo los montan en 3 hosting completamente diferentes. Si tu problema con el compartido es (como tuvimos nosotros) uno de ancho de banda prepárate para que tu VPS se caiga una y otra vez porque lo último que han pensado en la empresa es en preguntarte cuánto tienes pensado consumir de recursos y optimizarlo para ello.
Para los que sabéis del tema (y con cariño para Dabo que sé que ya está curado en salud) os pongo la última configuración de Apache en un VPS que he visto:
StartServers 1
MinSpareServers 1
MaxSpareServers 3
ServerLimit 50
MaxClients 50
MaxRequestsPerChild 4000
Echarle a eso de arriba un blog con Wordpress, con 5000 visitas al día y veréis que bien os lo pasáis.
Y ay amigo principiante, administrar un servidor no es algo que se aprenda precisamente en una noche. Aunque hay 10 cosas básicas que te pueden salvar la vida la realidad es que o tienes a algún amigo que sepa verdaderamente el significado de las palabras UNIX, SSH y PLESK o vas a sufrir.
Lógicamente si tienes pocas visitas o consumes muy pocos recursos y quieres empezar a toquetear aspectos internos del servidor pues el VPS quizás sea una buena opción pero no se me ocurren muchas más situaciones donde lo sea.
Éramos pocos y parió la RAM
Para concretar más, el principal problema que hemos tenido con los VPS era el límite de memoria RAM. En un compartido ni te importará porque estás en un pepino capaz de mover 500 páginas y ya se ocupará el hosting de que la RAM no falle pero en un VPS mientras te amplían ese sufrido límite al ancho de banda aparece un nuevo límite sobre la RAM que puedes usar. Tirando de un CMS (sobretodo de uno como Wordpres por ejemplo) y con las visitas ya mencionadas te vas a dar una buena leche contra él. Tu página se ralentizará y cuando llames al hosting te dirá que tienes que pillarte un servicio con más RAM.
Pues ya que estamos me pillo una casa en la playa
Nosotros le dimos otra oportunidad al VPS, pero a uno con mucha más RAM y en otra compañía. Por el camino aprendimos algunos trucos para reducir el consumo de memoria RAM en un servidor pero como digo es un terreno bastante árido que por si tenéis curiosidad podéis explorar en el estupendo blog SigT. Sin embargo el VPS seguía fallando, el servicio en la nueva compañía también era malo (te ponían el taxímetro a las primeras de cambio y suerte que ya sabíamos optimizar la configuración inicial de Apache).
El trabajo de aprender a moverse por las tripas del sistema era tal y el precio de un VPS con RAM generosa tal que pensé “si voy a tener que pegarme con esto de ahora en adelante pues para eso nos gastamos 20 € más y nos lanzamos al dedicado“.
Un servidor dedicado es directamente un ordenador para tu web. Lo que hagas en él es cosa tuya (pero a fin de cuentas también lo es en el VPS), la empresa por decirlo de algún modo sólo se encarga de que esté enchufado pero cualquier tarea de optimización o de arreglo de tus errores o la pagas, o la haces tú (¡¡pero a fin de cuentas también lo haces en el VPS!!).
Lógicamente un dedicado tiene más cosas que configurar que un VPS (tiene todas de hecho) pero también tiene muchas más ventajas como que ahora sí, los límites de ancho de banda, RAM, etcétera son muy generosos.
Como bien me decía la amable comercial citada más arriba, si ya te has pegado con un VPS y sus problemas el salto al dedicado será más suave. Por supuesto si pasas de un compartido a un dedicado directamente, como con el VPS, la ostia puede ser considerable.
Al final de todas las cosas me alegra estar contigo Sam
Mi consejo: para empezar un proyecto decente, servidor compartido en un sitio de garantías, que ofrezca cosas coherentes y límites buenos para su precio. Si tienes la posibilidad llama, di lo que necesitas y familiarízate con la empresa y con su servicio de atención al cliente al que seguramente acudirás muchas veces. Un buen hosting compartido puede aguantar una web de bastante tráfico como al menos sucedió en nuestro caso.
Si llega el momento que no te quede más remedio que dar el salto a un VPS o a un dedicado pues creo que ha quedado clara cuál es mi recomendación. Si con todo quieres un VPS una vez más llama por teléfono previa contratación explica tus necesidades e intenta que la configuración inicial que te den sea la óptima, así se reducirán en mucho los problemas. Pero tanto el VPS como el dedicado son mundos muy diferentes al compartido, mundos donde empieza la administración de la máquina y eso, a pesar de ser apasionante, es infinitamente más complejo que escribir una entrada en tu blog.
Y ahora la pregunta estrella que yo al menos tendría si leyera este post ¿qué hosting recomiendas?
Por… bueno no sé muy bien por qué, me he callado el nombre propio de todos los hosting mencionados en el post. Supongo que es porque siempre va a haber problemas, estés donde estés, y basta hacer una búsqueda en Google poniendo “problema [*nombrehosting*]” para ver que siempre habrá resultados sea cual sea la compañía. Por eso, tras 4 hostings y haber visto el funcionamiento de otros 3 de cerca, para mí la diferencia básica tiene tres palabras: ATENCIÓN AL CLIENTE.
Actualmente estamos en un servidor dedicado de la compañía Ibercom. Por supuesto desde que hemos contratado el servicio hemos tenido varios problemas pero su reacción ha sido sobresaliente en todos los sentidos. De hecho lo que me recomendaron de ellos fue precisamente eso, la atención al cliente.
Y esto no es un post patrocinado ( bien que nos cobran :-P ), es la realidad: hace un rato el servidor dejó de funcionar, eran las 3 y media de la mañana de un sábado y les llamé por teléfono. Y me cogieron (no una máquina, sino una persona), intentaron resolverlo (como he dicho en un server dedicado o VPS lo normal es que te cobren por empezar a hablar) y al ver que no podían me ofrecieron el servicio técnico pero avisándome antes de cuánto me costaría y ofreciéndome otras opciones. Todo con un tono educadísimo y cordial.
Y me consta que no tengo mejor atención por tener un dedicado, normalmente el dato de que tengo un dedicado con ellos sale sólo cuando es necesario, el resto de las veces las conversaciones son como siguen:
- Ibercom, soy fulanito dígame
- Hola me llamo Juan, tenía una duda sobre dominios no sé si me tienes que pasar con el departamento correspondiente o algo.
- Nada Juan, dímela a mí a ver si te la sé responder.
…
Y yo acostumbrado a hablar con máquinas flipando. Llevo hablado con 8 operadores distintos y todos en este plan.
Esto no quitará que alguien contrate con Ibercom y le salga rana ojo, pero la idea de este post no es dar un nombre, es compartir nuestra experiencia y como decía al principio publicar un post que nos hubiera evitado muchos quebraderos de cabeza a mí y a hellgirl. Aunque como ella dice, la mar en calma nunca hizo hábil al marinero.
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