Ya, ya, hemos hablado largo y tendido sobre las mil y una maravillas de Linux, GNU/Linux o como quieras llamarle pero no faltan los que, haciendo caso de estas u otras recomendaciones, prueban Linux y finalmente se frustran y vuelven a Windows (o a OSX).
No sé si lo he contado antes, no tengo tan buena memoria pero he visto a más de algún chico que se entusiasmó con Linux, viendo a todos sus amigos del foro y finalmente se instala una distro de Linux, pero cuando lo hace, algo sale mal.
Tenía el Windows instalado y se me borró
Este Linux me borró todos los datos que tenía guardados
Era el único computador de la casa y ahora todos me miran feo porque no les gusta
Pero estos chicos no se han frustrado con Linux todavía, ellos simplemente dejaron una cagada que nadie les mandó hacer.
Pero hay otros chicos que instalaron Linux y no se la pudieron con él. Sus sueños de ser un poquito más frikis que el resto, usando un sistema diferente al del resto, de jactarse en toda la cuadra con un PC incapaz de entender un virus y con un cubito que da vueltas, llegaron hasta que instalaron el sistema y no supieron qué hacer con él o por el contrario, su experiencia no estuvo al nivel de sus expectativas.
¿Por qué pasa?
A veces cuando vivimos una situación generalizamos, eso es algo inherente al ser humano: Hoy mismo me pasaba por Menéame en un tema cualquiera y alguien decía que un rumano le había hecho algo a un pariente suyo, entonces él ya no creía en los rumanos.
Con muchos de estos frustrados con Linux pasa esto mismo y empiezan a decir, Linux es una mierda. Sin embargo, las razones por las cuales te puede ir mal con una distro son tan variadas como las personas que intentan usarlas:
Que jugar con Linux no es fácil
Que no se pudieron conectar al Internet
Que Open Office no es lo mismo que el Microsoft Office de toda la vida
Que hay que meterle mucha mano para que funcione
Que en Windows las cosas son más fáciles
Que el programa [ponga aquí el programa que sea de Windows] no se puede instalar
Y así, suma y sigue. Muchas de estas quejas son aceptables, pero otras más bien tienen que ver con las circunstancias, sobre todo, con falta de información.
Ya tocamos el tema antes, creando una guía para migrar a Linux, pero es imposible crear una guía contra las frustraciones.
Algunos siguen su vida con virus y spyware, otros terminan en el manicomio, y, los menos escriben blogs anti linux como “El blog de los que se pasan por los huevos a Linux” que si bien está escrito en plan de comedia, también pertenece a un frustrado por Linux.
Escribo esto porque creo que este tipo de personas no le dieron tiempo a Linux y escogieron las opciones más adecuadas para empezar, la distro inadecuada, el hardware menos apropiado, hacerlo todo solo a lo macho, más allá de que sea difícil o fácil.
¿Alguna propuesta? ¿Alguna experiencia?
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