Incluso el mimo escritor Paulo Coelho -con más de 100 millones de ejemplares vendidos-, estuvo presente en la feria y se mostró proclive a este tipo de libros, tal es así que hasta subió en la Web una copia de El Alquimista que se puede descargar en forma gratuita. Si bien el escritor también dejó en claro que “el libro tradicional ha demostrado ser insuperable”.

    Si, seguimos en el sector tecnología, así que no vamos a analizar lo que es esta feria del libro (aunque tampoco sería una mala idea). Lo que sucede es que es interesante el planteo que se presenta: pensemos que en unos años quizás se masifique el uso de lectores de libros y que, con sólo uno de estos dispositivos en nuestro bolsillo, tendremos la posibilidad de trasladar cientos de “libros”, incluso miles, de un lado al otro.

    Retomando el tema con el que comenzamos, tengamos en cuenta que este mismo planteamiento que hoy se refiere a los libros también se hizo en torno a los diarios, los que serán superados en algún momento por sus ediciones online, e incluso en otros ámbitos.

    Un ejemplo es la música, en donde muchas discográficas y músicos están negociando con las tiendas online para comercializar su material frente a la baja de las ventas de CDs y a la piratería a través de Internet. Unos días atrás nos referíamos a los avatares que estaba pasando Apple con su tienda virtual iTunes por el tema de derechos de autor. Y lo mismo ocurre con otro clásico: el cine.

    La realidad es inevitable: los libros, los diarios, los CDs, las películas, todo queda en manos de la tecnología. Y así como en los sectores de la música y la cinematografía ya están viendo la forma de seguir en carrera en el mercado digital y los diarios tienen sus ediciones online, los editores tendrán que seguir la misma línea y comenzar a pensar que su futuro también estará muy relacionado con los ingresos que se generen a través de los nuevos soportes, como los lectores de libros.

    Algunos ejemplos de los lectores de libros electrónicos son el Kindle, el que se comercializa a través de Amazon.com, tienda que ya cuenta con más de 180 mil títulos para vender; el E-Reader, de Sony y el Readus, de Polymer Vision. Unos meses atrás nos habíamos referido a la compañía iRex Technologies, con su nuevo modelo de lector que venía con 50 títulos incluidos y con la posibilidad de cargar miles de ejemplares agregando una tarjeta de memoria.

    En cuanto a las posibilidades que nos brindan, además de la cantidad de obras, permite otras acciones como remarcar las partes que más nos intereses, buscar palabras, vincular con páginas de Internet en la que hayan otros libros e incluso algunos hasta reproducir música y videos.

    El año pasado veíamos también un ejemplo de cómo el celular, una de las pasiones de nuestra era, se utilizaba como soporte para los libros digitales cuando la editorial HarperCollins y LibreDigital creaban un enlace online desde el cual se podían descargar extractos de algunas obras directamente al iPhone de Apple.

    Por supuesto que todavía falta mucho que recorrer y algunas cuestiones que superar. Por un lado está el tema de los costos. La mayoría de estos eBooks cuestan de 500 dólares en adelante. Digamos que son cifras aun un tanto elevadas para nuestros bolsillos. Pero seguramente mientras sigan subiendo las ofertas y la competencia, irán descendiendo los precios.

    Otro tema que hay que ver es el idioma. La mayoría de estos libros vienen en inglés. Por ejemplo cuando comenté sobre los 40 títulos que estaban cargados en el eBook de iRex Technologies, todos eran clásicos escritos en el idioma británico. Y también hay que tener en cuenta los formatos de los libros, pero como hoy ocurre con los reproductores de música, algunos de estos dispositivos soportan diversos formatos.

    Así que habrá que seguir considerando este tipo de cuestiones y ver cómo van evolucionando antes de poder decir que estamos realmente en la era del libro electrónico o digital, o simplemente el e-Book o e-libro. Hasta que estos asuntos no se vayan superando, podemos seguir bajando unas cuantas obras de páginas de la Web, muchos de ellos en forma gratuita, y en los idiomas que queramos, y verlos en nuestras pantallas.